diumenge, 27 de març del 2011

LLEGADA A ECUADOR

Al día siguiente de despedirme de Kassem (tras pasar un día más de relax en Zorritos con Waiki y Heidi haciendo nada pero disfrutando mucho) me pillé el bus dirección Cuenca en Ecuador.

Al llegar me fuí a un hostal en donde compartí habitación con Claudia y Violeta, dos chicas catalanas de puta madre. Decir que el hostal estaba genial. Su dueño, don Luís era un tipo muy agradable (¡¡y nos preparaba unos desayunos inigualanes!!). Si alguién tiene intención de ir a Cuenca que no dude en alojarse en Casa Sol (preguntadme la dirección).

La cosa es que llegamos a Cuenca por carnavales. Esto, así, a primera vista, podria parecer una suerte pero..... nada mas lejos de la realidad... Aquí para carnavales se dedican a mojar a la gente y tirarles una especie de espuma de afeitar, maizena y no sé cuantas historias más. Lo peor de todo son los coches. La peña va en camionetas y te tiran globos y cubetas de agua al vuelo. Al principio hace gracia, pero dos días después solo quieres un lanzallamas para quemarles el coche... y lo que haga falta...

Al día siguiente de llegar nos fuimos a un pueblo cercano, Paute, con la intención de ver algo típico de carnavales (desfiles, espectáculos, etc.) pero no había nada de eso. Lo único que vimos fue una especie de feria que habían montado (con sus atracciones y sus tómbolas) y toda la gente bañándose en el rio y tirándose agua y espuma. No hace falta decir que quedamos bien empapadas y llenitas de todo.
Como no había nada de mucho interés, decidimos volver a Cuenca e ir a un concierto que hacían con motivo de los carnavales. Intentamos pasar hacia en medio de la gente para poder bailar y disfrutar del concierto, pero cada vez que nos adentrabamos nos acribillaban con el agua y la dichosa espuma. Así que desistimos y nos quedamos en la “periferia” del público. 

Claudia y Violeta llenas de todo



Lo mejor de todo era un tipo que al llegar nos estuvo hablando un rato y después nos iba persiguiendo por todos lados. Era un señor de unos 60 años, buen hombre, pero hacía como de guardaespaldas. Iba con su chandal y sus gafas de sol y se quedaba a unos metros nuestros con los brazos cruzados y observándonos. Cuando nos reiamos se reia en la distancia. Y de vez en cuando venia a comprobar que estabamos bien.

Al día siguiente decidimos quedarnos por Cuenca a visitar la ciudad. La pena es que para carnavales todo esta cerrado y aunque la ciudad es super bonita no deja de parecer una ciudad fantasma. Así a modo informativo decir que Cuenca es patrimonio cultural de la humanidad, que es la ciudad donde mas niños feos hay (yo nunca habia visto tantos niños pequeños feos, de verdad) y que hay mucha gente con problemas nasales (el que no lleva una tirita, tiene la nariz vendada o una deformidad).
Encima, al tener que caminar en tensión por miedo a que te empapen tampoco ayuda a poder disfrutar la ciudad 100%.. Pero bueno, nos lo tomamos con buen humor. Y eso que solo salir del hostal, a dos calles, pasó una de esas furgonetas y nos tiró una cubeta (o 4, no sé) de agua que nos caló hasta los huesos. Quedamos bien empapadas...

Después de andar callejeando y visitar el mirador de la ciudad, nos fuimos a un parque donde nos habían dicho hacían actividades para el carnaval. Y eso fue espectacular. Voy a intentar explicarlo, pero eso uno tiene que verlo para poder entenderlo..
Tenían montado un escenario que, con el viento, se les caia por momentos.
Hacían concursos a los que ellos llamaban juegos tradicionales, pero vamos, eran carreras de sacos y actividades típicas de un sábado por la tarde en el esplai.
Tras los juegos un poco de música con Michael Orellana. El tipo era un entusiasta y no paraba de gritar: ¿donde esta el grupo mas alegre? Y nosotras, super integradas, como siempre: “¡aquí, aquí!”. La verdad es que acabamos formando un grupo bastante alegre... 

El grupo mas alegre
 Y para rematar la jugada hicieron el partido cómico. Se enfrentaban el equipo de los burritos y los payasos contra las cholas. Eso era como el Grand Prix del verano con la gente disfrazada, la pelota gigante y las correspondientes ostias. Solo faltaba la vaquilla y Ramon Garcia presentando el evento. Que risa, porfavor. Una cosa de lo mas surrealista. Pero bueno, otra cosa no, pero reirnos nos reimos un rato.

Claudia y Vileta se fueron al día siguiente hacia el sur a una ONG a contar árboles, y yo al final me quedé un día más para poder conocer Cuenca en movimiento. Y la verdad es que mucho mejor.

De ahí camino a Riobamba. La ciudad en si no es muy interesante. Bueno, el centro es bastante bonito, pero no hay mucho que ver. Lo que si merece la pena es el Chimborazo. Esta muy cerca de Riobamba y es el punto mas alto de Ecuador. Un volcán inactivo. Esta a unos 6300 msnm. Y es super bonito. Me duermo y al despertarme me dicen que he llegado a la luna en vez de al Chimborazo y me lo creo.. (lo único que me haria sospechar serian las llamas, que esta lleno..). 

En la entrada había dos autobuses de un colegio que subian hasta el primer refugio (que se puede llegar en auto). Así que me aclopé y subí en el bus con ellos. Se llega hasta unos 4500 metros y de ahi ya tienes que ir andando hasta el segundo refugio que son 5000 metros. Me hice coleguita con una profe y subí con ellos. Hicieron grupos de alumnos y yo era la responsable de uno de ellos. Así que mi grupo y yo subimos rapidito hasta el segundo refugio. Y eso fué un soberano error, porque a mi al llegar me dolian los oidos un montón y me daba la impresión de que me iba a explotar la cabeza. Así que tuve que dar media vuelta y volver hacia abajo. Pero, a mi parecer, visitar el Chimborazo merece mucho la pena.

De Riobamba salí hacia Ambato. En el bus para cruzar la frontera había conocido a un chico, Martín, que es de Ecuador pero vive en Valencia. Me dijó que cuando pasara por Ambato lo llamara que podia quedarme en su casa y eso hice.
El y sus hermanas me llevaron a visitar la ciudad y por la tarde salimos los dos y una de sus hermanas hacia Baños.
Baños es una pequeña ciudad muy turística rodeada de montañas bastante bonita. Uno de sus principales atractivos son sus aguas termales.
Esa noche salimos de fiesta y fue la fiesta mas patética que yo he presenciado en mi vida. El lugar estaba lleno de rubi@s colorad@s que no saben gestionar su borrachera. Estaba plagado de peggies ligando con ecuatorianos y el patron de comportamiento era el mismo para todas.. Yo me entretenía viendo los rituales de apareamiento que seguian.... y si se hubieran visto con mis ojos.... tela...

Al día siguiente salimos hacia Misahualli. No es selva, pero ya casi. Nos cogimos una barquita que te lleva a pasear por el rio y a ver un museo de trampas y luego una comunidad donde se disfrazan y bailan “bailes típicos”. Todo super tourist, pero el paseo estuvo bonito.
La hermana de Martín se tuvo que ir porque el lunes trabajaba y nos quedamos él y yo.
Yo habia visto un albergue con un aguru dibujado, así que para alla que fuimos. Y no me equivocaba, el lugar era de Kepa, un vasco genial. Un tio al que le ha pasado cada cosa en su vida, ha vivido unas historias que son para flipar. Pero para flipar de verdad. No las voy a contar aqui, pero solo decir que a veces la realidad supera la ficción. Y, evidentemente, mientras mas raro, peculiar o extravagante es el individuo en cuestión, mas buenas migas hago yo con él... Así que con Kepa muy buena onda. También estaba alojado allí un francés muy majo, Sylvano y allí estuvimos de cháchara hasta las tantas.
Martín comentó que podriamos quedarnos alli un par de días (el sitio estaba genial), pero resultó que el tio pretendia tener una aventura conmigo (para variar... cosa que me aburre y cansa bastante). Bueno, pues eso, que como, evidentemente, no consiguió nada conmigo, al día siguiente le entraron las prisas por irnos... Y yo, que habia dejado la mayor parte de mi equipaje en su casa, y que no tenia ningunas ganas de volver, me tuve que aguantar y regresar a Ambato... Pero muy digna.. ¡Solo faltaria...!

La cosa es que Claudia, la catalana que conocí en Cuenca, me había escrito porque se cansó de contar árboles (normal..), y me dijo de viajar juntas. Violeta iba a quedarse una semana más en la ONG. Así que quedamos en Baños. A partir de entonces Claudia, que es un “miniyo”, se convertiria en mi pequeño saltamontes. Pasamos allí un par de días. Fuimos a las termas, al mirador.. Al segundo día nos alquilamos unas bicis y fuimos a ver las cascadas de alrededor de la ciudad (un paisaje muy bonito). En la última cascada, la del paylon del diablo, conocimos a Ámbar, una bruja-artesana muy buena. La tía nos contaba los trabajos que hacia, como tirar el tarot, baños con leche de cabra, amarros, etc. Decía que su mejor cliente era un tipo de la mafia al que no sé que le hacia en el equipaje para que cuando pasara los controles en los aeropuertos no le pillaran la droga.. La que estaba montada en el dólar era su abuela, que también es bruja y solo trabaja para la mafia... Otra historia rara.. Pero bueno, la tipa nos cayó muy bien y quedamos en vernos, tal vez, por la costa.

Y al día siguiente ya apareció en escena Nelson.... Pero eso ya es otra historia que dejo para la próxima entrada.

1 comentari:

  1. Bueno, a parte de la gente de Cuenca, el que te tira los trastos y la bruja y su madre... En esta crónica has conocido gente "normal"!!! Aunque entre esto y los niños feos, ya sale una peli de 2 horas y media mín!!!

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