De regreso a Lima todo continuaba igual que cuando me fuí. César con sus quehaceres y Eva con sus historias surrealistas de siempre. ¡Que bueno fue volver a verlos!! Pasé un par de días en casa de César y un día después de que Aline llegara a Lima salimos rumbo a Arequipa. El viaje fue, como no, de lo más traumático y es que 15 horas en autobús cuestan de soportar por mucho que viajásemos en el bus espacial, con azafata a bordo como parte de la tripulación y pilotados por el capitán Armando Yaya.
Después de pasar por muchos abismos (en los que a Aline de pocas y le da algo), muchas reclamaciones al capitán Yaya para que moderase la velocidad, picadas de insectos asesinos, quejas continuas de los pasajeros de detrás nuestro y proyección de grandes filmes como "Babe, el cerdito valiente" o "La Cenicienta" versión Hollywood para pubers, llegamos a Arequipa sanas y salvas.
Arequipa no nos sorprendió. Sin más. Pero también hay que decir que visitamos la ciudad en unos 15 minutos y ya lo dimos todo por visto. Aún estábamos traumatizadas por el viaje.
Lo máximo a destacar fue la aparición del que bautizaríamos como "el lamento boliviano". Un boliviano gordo y feo que se dedicó a perseguirnos por todo Arequipa incluyendo una despedida por sorpresa en la estación de autobuses.
De Arequipa viajamos a Puno. Si el bus en que viajamos de Lima a Arequipa parecía un bus del futuro, el bus de Arequipa a Puno parecía llegado directamente del pasado, como si hubiese viajado en el tiempo para venir a recogernos. Una cosa inexplicable. Eso se tiene que ver. Hasta las personas que viajaban en ese bus estaban pasadas de moda. Y encima fueron 5 horas de viaje de lo más incómodo en las cuales solo paramos una vez para ir al baño. Yo me estaba meando y pregunte donde estaba el baño, pero no hizo falta que me respondieran. Me giro y allí estaban todos meando en la explanada sin ning{un pudor... Una cosa bárbara. Así que nada, allá donde fueres haz lo que vieres... ¿no??
Llegada a Puno. Visita relámpago a la ciudad (según Aline, a la ciudad esa tan fea) llena de chifas (restaurantes chinos).
Al día siguiente cogemos una barca rumbo a la isla de Uros, en el lago Titicaca. Són islas flotantes. La gente que habita allí hablan quechua y un poco de español. Es espectacular. Un lugar fascinante. Nosotras nos pasamos el día flipando en colores. Muy recomendable.
De la isla de Uros fuimos hacia la isla de Amantaní. Allí nos esperaba Francisca quien nos acogería en su casa por una noche. La isla es muy bonita. En esta no hay electricidad.
Francisca era todo un personaje y, a sus 50 años, nos confesó que seguía soltera en busca de un hombre guapo de 25... Mal pronóstico tienen la cosa.. Pero cosas más raras se han visto...
Subimos al templo inca padre tierra a 4150 msnm. Teníamos que dar 3 vueltas al templo en sentido contrario a las agujas del reloj y de esa manera eliminaríamos todas las energías negativas y nos cargaríamos de energía positiva. Memezes. Porque, o eso era una chorrada, o tal vez fue que dimos las vueltas en sentido contrario.. No sé, pero algo fallo porque el tema fue al revés... Y más adelante ya veréis porque lo digo...
Nos quedamos a dormir aquella noche en Amantaní y fuimos de fiesta a la disco de la isla. Nos vistieron de cholitas, con los trajes típicos de aquí (que eso es el antierotismo, así que si alguien tenía intención de ligar esa no fue su noche). Y, aunque Francisca nos había dicho que la música era disco, allí solo encontramos la orquesta del pueblo tocando música andina. Y allí estábamos todos los guiris, disfrazados de cholitos y cholitas, bailando bailes andinos (los cuales no tienen mucha dificultad, ya que es cogerse con la otra persona de las manos y girar hacia la izquierda, y luego hacia la derecha y así sucesivamente. Que el inventor del baile no se lo curro mucho, vamos. Y de vez en cuando hacer la conga por la sala como si aquello fuera el gran fiestón). Decir que la más animada de toda la fiesta era Francisca, que, aunque no consiguió ligarse a ningún mozuelo de 25 años, la tía se lo curro. Nos tenía agotadas.
Al día siguiente nos despedimos de Francisca y salimos rumbo a Taquila. De las tres islas es la menos bonita. Pero sigue siendo una belleza.
Y de Taquila ya regresamos rumbo a Puno donde cogimos el bus del infierno dirección el Cusco. Ese viaje fue terrorífico porque hacia un frio inhumano. Encima llegamos a las 5 de la mañana a Cusco. Así que podéis imaginar el cabreo considerable que, por lo menos yo, llevaba encima. HORROROSO.
En Cusco solo llegar empezó la pesadilla. Encontramos un lugar para dormir y, después de descansar salimos a pasear y comer algo por la ciudad. Nos recomendaron un restaurante y allí que nos fuimos a comer. Pues nada, Aline se va al baño y dejó su mochila encima de su silla. Yo no vi que la dejara y, cuando volvió, ya no estaba. Eso fue una putada, porque, además de todo su dinero, cámaras, móvil, tarjetas...blablabla... también llevaba su pasaporte y su green card (sin la cual no puede volver a entrar a E.U.A. donde habita actualmente).
Bueno, pues nos pasamos la tarde en comisaria. Después dando vueltas, de regreso al restaurante... Otra vez a comisaria.... Y nada, decir que aquí la policía es comparable a la de los Simpsons, ya que, estando en comisaria, entraron policías comiendo chupa chups, estaban atendiéndonos mirando las noticias por internet, comiendo galletas y bebiendo coca cola. Se ponían a hablar por el móvil tan tranquilamente delante nuestro y daba igual si estaban hablando con el jefe, con su madre, o con la vendedora de la quinta avenida. Unos profesionales, vamos.
Aquella noche, después de tanta tensión, decidimos salir a emborracharnos. Pero era la ley seca a causa de las elecciones... Si es que.... Lo que yo te diga, que dimos las vueltas al revés, fijo..
Al día siguiente visitamos un poco la ciudad. Decidimos ir a la oficina de turismo para que nos orientaran un poco. Y allí estaba un chico al que le pregunté si era vasco, porque tenía toda la pinta. El tío se quedó flipado porque ni había abierto la boca. Y nada, nos esperó y fuimos juntos a tomar algo. Decir que este es un momento clave en el viaje, porque la llegada de Eneko (telemako para los amigos y makotele para los niños peruanos) cambio nuestras vidas... Bueno, vale, no tanto.. no le vamos a dar tanta importancia al loco este.... Pero sí que nos hizo reír un rato largo....... Esta locoooooooooooooo!!!!!!!!!! Y aunque el primer día nos pareció una persona más o menos normal, telita cuando se dejó ir…. ¡Qué personaje!!
Por la noche quedamos con Eneko y Roberto (un chico italiano al que conocimos en Puno justo cuando ya nos íbamos) para ir a tomar algo. Pero antes de ir al lugar donde habíamos quedado, fuimos a la lavandería a recoger la ropa Y resultó que una señora había llamado allí diciendo que había encontrado la documentación de Aline. Pues nada, ahí empieza la película mexicana-peruana ganadora de un óscar por la mejor interpretación a las chicas de la lavandería... Buah! esas tías habían visto mucho cine.... Nos dicen que nos acompañan a la estación que es donde trabaja la mujer que tiene la documentación. Vamos hacia allí y la jefa de la lavandería llama a la mujer para quedar. Quedan en la puerta. Aline va con ella. Y yo y la otra chica las seguimos de cerca, disimulando, como si de espías profesionales nos tratásemos. A mí me mandaron taparme la cara con la bufanda no fuese caso que la mujer estuviera compinchada con los ladrones y ellos nos estuviesen espiando... Así que esa es la imagen: Aline y la de la lavandería hablando con la mujer de la limpieza de la estación, la otra chica merodeando por alrededor de ellas y yo, escondida detrás de un árbol tapándome la cara con la bufanda. Yo creo que llamábamos más la atención que si hubiéramos ido las 4 a hablar con la mujer. Pero era todo más emocionante si una hablaba por teléfono con la mujer y acto seguido le decía a la otra, sin mirarla, en la distancia, seguidnos!!! Y la amiga me susurraba: vamos a seguirlas... Buah! muy pilladas estas tías!!
Bueno, resultó que, presuntamente la mujer si había encontrado la documentación en la basura. Ella salía de trabajar a las 22h de la noche y quedamos en ir con ella a su barrio a buscar las cosas. Mientras se hacia la hora fuimos a avisar a los chicos, quienes se ofrecieron a acompañarnos ya que Roberto se había comprado un machete para ir a la selva y lo llevaba encima. Finalmente, como el barrio era lejos, decidimos que era mejor ir en un solo taxi, Así que Aline y las de la lavandería fueron a buscar a la mujer y fueron hacia su barrio.
Por lo visto el barrio era como una fabela. Aline estaba acojonada. Al llegar a la casa las de la lavandería le dijeron a Aline que era mejor que ella se quedara en el taxi porque era peligroso bajarse y que ellas iban a recuperar su documentación. Así que Aline se quedó 30 minutos sola, con el taxista, en la oscuridad esperando. El taxita le decia que no sufriera que el llevaba un arma. Y Aline no lo tenía muy claro.....Finalmente, y por el módico precio de 20 soles, Aline recupero su documentación.
Al día siguiente Aline, Telemako y yo fuimos a visitar las ruinas incas de alrededor de Cusco cuyos nombres no consigo recordar…. Y aunque Telemako se burlará de mí y de mi memoria de pescado si alguna vez lee esto, a mi favor diré que son nombres muy extraños y de dificil memorización. Subimos en autobús y bajamos andando visitando todo lo que encontramos por el camino. Decir que las ruinas son una mierda grande pero grande… aunque nos lo pasamos bomba.
Como nos habíamos comprado el boleto turístico, al día siguiente fuimos a visitar las ruinas de Pisac, Ollaytabambo (o como se llame… que no puedo acordarme vale Telemako????) y bueno, todo el valle sagrado. Super bonito. Esas ruinas si que merecen la pena!!
Y ya por fin llego el gran día de la visita a Machu Picchu. Salimos por la mañana y en grupos (bueno, Telemako y yo por un lado , en bus a lo barato, y Aline por el otro en tren porque tiene miedo a las alturas y la carretera tampoco es que sea de lo más segura).
Aline llego mil horas antes que nosotros ya que el bus te lleva hasta la hidroeléctrica y después tienes que andar como 3 horas hasta Aguas Calientes, puesto que la única forma de llegar a ese pueblo es a pie o en tren).
Esa noche salimos de cena pero retiramos pronto porque la intencion era levantarnos pronto y subir a Machu Picchu a pie. Pero por la mañana Aline decidió subir en bus por el tema ese del vertigo y yo, mira, me solidaricé… que no me costo mucho esfuerzo, vamos… Así que le dimos nuestras entradas a Telemako para que fichara el acceso al Wayna Picchu, al que solo tienen acceso 400 personas al día.
La entrada a Machu Picchu ya os podeis imaginar que fue impresionante. Ese lugar es mágico. Y aunque los tres coincidimos en que tal vez no notamos ninguna energía especial, el sitio es espectacular.
Nos unimos a un grupo con un guia de pacotilla que explicó la historia un poco a su antojo… Pero bueno, mejor que te expliquen un poco, aunque la mitad sean tonterias, que andar dando vueltas sin saber que es lo que estas viendo.
A las 10 nos fuimos a subir el Wayna Picchu con el segundo grupo. Aline nos abandonó a los 200 metros porque temía que el camino iba a ser muy vertiginoso. Y, aunque Telmako intentó convencerla, suerte que no vino porque telita con el caminito… Pura escalera. Y al final un tramo super vertical en que casi tenias que andar agarrado a una cuerda para poder subir bien. Eso si, el esfuerzo mereció la pena.
Ya en la cima del Wayna Picchu, Telemako y yo decidimos acabar de dar la vuelta al monte en una ruta circular que pasa por el templo de la luna y la gran caverna. El camino no estaba nada transitado ya que la gente sube y baja por el mismo sendero. Pero telita con el caminito… Unas bajadas de la ostia y unas subidas agotadoras. Y encima para ver un puto templo y una caverna de mierda. Pero bueno, por lo menos el paisaje era muy bonito…
Pasamos el resto del día visitando, descansando, charlando, riendo y muertos de sed (que no set!)… en Machu Picchu y la verdad que me alegro un montón de haber compartido mi visita a un lugar tan mágico con dos personas tan especiales como Aline y Eneko (alias Praline y Telemako). Y, aunque Machu Picchu ya de por si es un lugar espectacular, a veces las personas con las que compartes los lugares que visitas hacen que estos cobren un significado especial para ti. Así que estoy segura que jamás en la vida podré olvidar mi visita a Machu Picchu un 12 de junio de 2011.
A la mañana siguiente Aline pilló pronto el tren y Telemako y yo nos pusimos en marcha cuando el pudo despertarse. Así que deshicimos el camino de vuelta al Cusco. Y, aunque la intención era llegar pronto a Santa Teresa para pegarnos un bañito en las aguas termales, acabamos en el rio remojando los pies y comiendo sándwiches de queso con aguacate (y alguno con cosas rosas..)
El viaje de regreso fue otra de esas torturas a las que nos tienen acostumbrados esta gente… Y sobre las 10 de la noche llegábamos a Cusco listos para salir de fiesta. Nos esperaban Aline, Roberto (de quien celebrábamos el cumpleaños) y un amigo suyo peruano al que bautizamos como el chino cudeiro el cual parecía un emo con su corte de pelo ahí a lo triste. La noche estuvo genial y nos echamos unas risas y unos bailes de los buenos.
Pero todo lo bueno tiene un final… y después de pasar el domingo junto a Aline, Eneko y Roberto paseando por Cusco nos despedimos con una rica cena deseando volver a vernos pronto en cualquier otro lugar del mundo.
Pero todo lo bueno tiene un final… y después de pasar el domingo junto a Aline, Eneko y Roberto paseando por Cusco nos despedimos con una rica cena deseando volver a vernos pronto en cualquier otro lugar del mundo.
Al día siguiente acompañé a Aline al aeropuerto y con los ojitos llenos de lágrimas nos dijimos hasta la próxima, con la certeza de que pronto volveré a compartir aventuras y risas con la brasileña-neoyorquina de mi corazón a la que adoro.
Sònia tia, vagis on vagis mega aventures, el que jo vaig viure al Perú sembla un conte del Barner i Flappy al teu costat!!!
ResponEliminaJuas, vestida de cholita, tinc la mateixa foto al mateix local, juas, juas!!!
I els busos, tela, ja t'ho vaig dir lo de pixar, el millor remei, no veure aigua!!!
Una abraçada!!!
Para cuando nos juntemos, en la sobremesa queremos ver un baile de esos regionales, eh!!!
ResponElimina